No es la primera vez que recibo una llamada de esas con las que, a través de malos modos y amenazas, pretenden conseguir ayuda (y por supuesto no la consiguen).
Ring ring
Usuaria: Hola, mira, que estamos trabajando con unos documentos en un portátil y de pronto salen las letras como en griego o algo así.
C.A.U.: (entonces luego cuando llegue a casa tengo que hacer la compra, bajar a mi perra, llamar a mi madre...) Hola. Emmmmm, dime qué número de inventario tiene tu ordenador.
Usuaria: NO, que no es mi ordenador, que es un portátil que tenemos aquí.
C.A.U.: Pues dime el número de inventario del portátil.
Usuaria: Ah, no tiene, es de una compañera.
C.A.U.: (date por jodida) Pues entonces no podemos hacer nada.
Usuaria: ¿Pero cómo que no?
C.A.U.: Como que no damos soporte a ordenadores que no son de la "casa".
Usuaria: Pero es que es muy importante. Pues llamo a vuestro subdirector, eh!
C.A.U.: (uh que miedo) Pues llámale, corre.
Usuaria: Pero necesito que me resolváis esto ya.
C.A.U.: Pues vuelve a pasar esos documentos a tu ordenador, que es donde deberías trabajar con ellos.
Usuaria: Ya, pero es que ahora estamos muy ocupadas.
C.A.U.: Bueno pues no podemos hacer nada entonces. Sólo damos soporte a los ordenadores que se os facilitan aquí. Lo que traigáis de fuera no es cosa nuestra ni podemos responsabilizarnos de ello.
Usuaria: Sí, si yo entiendo que tú tienes unos procedimientos y un protocolo que seguir, pero esto es muy importante.
C.A.U.: Bueno, lo más que puedo hacer es comentárselo a mi jefe para que me confirme que estoy actuando correctamente, y después te llamo y te cuento lo que me ha dicho.
Usuaria: Vale, date prisa.
C.A.U.: Si, si... hasta lue... (será hija de Pooh, pues no me ha colgao sin despedirse la tía!)
Aún debe estar esperando a recibir mi llamada mientras se apunta a un curso intensivo de griego.